Archivo mensual: octubre 2009

Membrillo

membrillo

En inglés: quince

Al igual que todas las frutas en todas las enciclopedias, el membrillo es una de las frutas más antiguas conocidas.

El árbol del membrillo es originario del Asia occidental, y con el paso de los siglos su cultivo se fue extendiendo progresivamente por el Mediterráneo. Los romanos lo llamaron cotoneum malum, que significa “manzana algodonosa”, sin duda en referencia a su tacto aterciopelado. En el siglo XIV, este nombre latino evolucionó hasta convertirse en ‘coing’ (francés), ‘quince’ (inglés), o ‘Quitte’ (alemán).

En las bodas de la Grecia antigua, el membrillo era un regalo que los novios compartían en la noche de bodas. Según Plutarco, la novia perfumaba su aliento con un bocado de membrillo antes de entrar en la cámara nupcial, para hacer más voluptuosos sus primeros besos. Al igual que Afrodita, la diosa del amor, el membrillo provenía de Oriente, y la tradición popular lo asoció durante muchos siglos al amor y a la fertilidad.

Ciertos autores creen que el membrillo fue muy anterior a la manzana. Según ellos, la fruta evocada en el Cantar de los Cantares no era en realidad manzana, sino membrillo, e incluso tendríamos que aceptar (con pesar, imagino) que Eva sedujo a Adán con un membrillo. El romano Apicio recoge en su libro de cocina una receta de membrillo cocido con miel, y Plinio el Viejo habla también de una cierta variedad de membrillo que puede ser comida cruda.

A pocos sorprenderá la noticia de que el membrillo es primo carnal de la pera y de la manzana. Es resistente a las heladas y, aunque se cultiva en climas suaves, necesita que en invierno la temperatura baje de 7°C para florecer en todo su esplendor. La mayoría de las variedades de membrillo son ásperas al paladar, por lo que sus amantes prefieren comerlo en jalea o mermelada, e incluso asado. Su nombre portugués, «marmelo», dio origen en español a dos palabras de sensuales resonancias: “membrillo”, y “mermelada”.

El membrillo contiene gran cantidad de vitamina C. En algunos lugares de Oriente Medio, sus semillas desecadas se administran para combatir la tos, e incluso la neumonía (personalmente, aconsejo acudir al médico). El jugo de membrillo es una bebida conocida -y recitada- en Alemania, y en Eslavonia hay una vieja tradición que manda plantar un árbol de membrillo cada vez que nace un niño.

El primer productor mundial de membrillos es Turquía. En algunos lugares de América Latina, la sustancia pegajosa que envuelve sus semillas se utiliza como gomina para el cabello. Además, el árbol del membrillo es muy apreciado como base para los injertos de peral, que crecen en su tronco más vigorosamente que en su árbol natal.

En las islas Canarias y en algunos lugares de América Latina se juega todavía, según algunos autores, un divertido juego de playa que comienza arrojando un membrillo al mar. En contacto con el agua salada, el membrillo adquiere un sabor dulce y, por lo tanto, comestible. Los jugadores compiten entonces por hacerse con el membrillo, y el primero que lo alcanza come un bocado de él y lo vuelve a arrojar al agua.

Por mucho que se empeñen, los fabricantes de videojuegos nunca lograrán alcanzar esa cumbre inigualable de simplicidad. Ni de placer.

Y, lo peor para ellos: nunca conseguirán vendérnosla.

Para aquellos que, como yo, se han quedado con ganas de recrear sus sentidos con el perfume y el sabor del dorado membrillo, una simpática receta: Leche frita con carne de membrillo.

Feliz merienda.