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Tomate

En inglés, tomato

En la clasificación taxonómica, el tomate se denomina Solanum lycopersicum, y no es casual. En latín, lycopersicum significa ‘melocotón de lobo’, y es que el tomate fue considerado venenoso durante mucho tiempo. Hasta que -cuenta la leyenda-, harto de supercherías, el coronel Robert Gibbon Johnson declaró públicamente un día que, a las doce del mediodía del 26 de septiembre de 1820, se comería una cesta de tomates en una plaza pública de Boston. La multitud acudió en masa al acontecimiento. Pero, para chasco de los más morbosos, el coronel se comió los tomates, se relamió ostensiblemente, y se marchó a su casa por su propio pie.

Cacao

cacao

En inglés, cocoa

La planta del cacao es oriunda de la selva del Amazonas y del Orinoco. El nombre con que lo bautizaron tiene ya resonancias jocosas: Theobroma cacao. Pero el árbol no es ninguna broma, ya que puede alcanzar los 15 metros de altura y vivir hasta 100 años..

Se cuenta que fueron los olmecas quienes, hace 3500 años, empezaron a cultivar el cacao. Tiempo después, los emularon los toltecas y los mayas. En el año 1000 antes de nuestra era, sus semillas se utilizaban incluso como moneda.

El primer occidental en conocerlo fue Cristóbal Colón, en lo que hoy es Nicaragua, pero quien lo llevó a Europa fue Hernán Cortés, en 1528. Su popularidad fue en aumento en toda Europa, pero el salto cualitativo fue la fabricación industrial del chocolate: la primera tableta de chocolate producida por una máquina vio la luz hacia 1780, en Barcelona.

En realidad, lo único que se aprovecha del cacao son las semillas. La pulpa de su fruto se la comen los pájaros. Y es una planta productiva: un solo árbol produce entre uno y dos kilos de pepitas, dos veces al año.

La bebida que nosotros llamamos chocolate fue en realidad un invento de los mayas. Ellos la llamaron xocolatl. El chocolate tiene variedades con fuerte sabor americano: Forastero y Criollo son dos variedades originarias de Venezuela, y Trinitero, de la isla de Trinidad (nada que ver con los padres trinitarios). La mejor de todas, al decir de los expertos: el criollo, con el que se produce el mejor chocolate negro. Hmmm.

Ciruela

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En inglés: plum

Según parece, el ciruelo es originario del Cáucaso, cerca del Mar Caspio. La variedad europea, Prunus domestica, es una de las más comunes, pero ni de lejos la única. La ciruela es una de las especies frutales que más han sido hibridadas. El cruce más exótico experimentado hasta la fecha fue un híbrido de ciruela y almendra, conseguido con éxito por Luther Burbank a finales del siglo XIX.

La ciruela ha dado también origen a una curiosa especulación. Parece ser que los arqueólogos que excavaron las ruinas de Pompeya (que quedó enterrada por la explosión del Vesubio en el año 79 de nuestra era) encontraron, bajo las cenizas, semillas de casi todas las frutas habituales… excepto las de ciruela. Ello ha dado pie a algunos a conjeturar que el ciruelo podría ser en realidad un híbrido, originado espontáneamente por desdoblamiento cromosómico.

Otros, sin embargo, afirman que la ciruela fue traída de Siria o de Persia por Alejandro Magno.

La variedad japonesa de ciruela comparte con ciertas naranjas el nombre de «satsuma». En ambos casos, el nombre proviene de la provincia japonesa de la que se empezó a importar aquella fruta: la provincia de Satsuma.

Las ciruelas son muy antioxidantes. Contienen las vitaminas A, B1, B2 y C, y los minerales calcio, fósforo, potasio y hierro.

Es una fruta muy popular en la medicina casera, por sus virtudes laxantes. La variedad Mirabelle se utiliza en Francia para producir aguardiente y mermelada. Pero lo que no todos saben es que la flor del ciruelo es un emblema tradicional chino. Los tres grupos de estambres -dos cortos y uno largo- representan los tres principios del pueblo. Y los cinco pétalos representan las cinco grandes ramas del gobierno chino. Vivir para ver.

En inglés, se usa también a veces para expresar que algo es una bicoca. La palabra inglesa plum es obviamente una corrupción de prunus. Y en francés (prune) apenas se ha desviado del latin. En español, sin embargo, proviene del latín cereola, que significa «de color de cera».

En The Project Gutenberg he encontrado esta curiosa novela, titulada The Plum Tree («El ciruelo»):

http://www.gutenberg.org/files/20449/20449-h/20449-h.htm

No la he leído, pero tiene unas hermosas ilustraciones. Por ejemplo, ésta:

E. M. Ashe

Autor: E. M. Ashe

Por si a alguien se le ha hecho la boca agua, aquí tenéis una receta de plum cake:

http://www.tusrecetasdecocina.com/receta-de-plum-cake.html

Hay dos tipos de ciruela con resonancias exóticas: Corazón de Elefante (Elephant Heart), y El Dorado. Sólo por el nombre, ya apetece comérselas.

Manzana

manzanas

En inglés, apple

¿De dónde proviene la palabra ‘manzana’?

Del latín mala mattiana, que significa ‘manzanas de Mattius’. El nombre hace referencia a Caius Mattius, un agricultor romano que seguramente fue el primero en producirlas. Al igual que su prima la uva, la manzana es al menos tan antigua como la Biblia, y lleva a sus espaldas un gran cargamento de historia y de leyenda. No sólo Eva sedujo a Adán con una manzana, sino que Guillermo Tell (al menos en las películas) se hizo famoso por acertar con su flecha en una manzana colocada adrede sobre la cabeza de su hijo.

La mitología es pródiga en historias de manzanas. Atalanta prometió que se casaría con el hombre que consiguiera ganarle una carrera, y sólo Hipómenes (con ayuda de Afrodita) fue capaz de triunfar… distrayendo a Atalanta con tres manzanas doradas. En el jardín de las hespérides, Hera tenía un árbol que daba manzanas de oro. Un dragón de cien cabezas, siempre alerta, protegía aquel huerto maravilloso, del que el gran Hércules, pese a todo, consiguió robar una manzana. Era el undécimo de los famosos ‘trabajos de Hércules’.

Y Eris, la diosa de la discordia, a quien nadie había invitado, se presentó un día en un banquete al que asistían Atena, Afrodita y Hera, y arrojó sobre la mesa una manzana con una inscripción: «Para la más hermosa». El altercado que ocasionó la posesión de aquella manzana fue el origen nada menos que de la Guerra de Troya.

Además, ¿quién no ha oído hablar de la famosa anécdota de sir Isaac Newton, que supuestamente descubrió la ley de la gravedad viendo caer al suelo una manzana?

Una variedad que me inspira gran ternura es la llamada Granny Smith. Es decir, ‘abuelita Smith’: la anciana que sembró accidentalmente esa variedad de manzana en el continente australiano.